George Best

Pelé dijo de él que era el mejor jugador del mundo. Y si Pelé lo dijo no vamos a discutirlo. George Best fue sin duda alguna el jugador de más talento que ha nacido en las Islas Británicas.

"George Best fue único", aclara sir Alex Ferguson acerca del ex-futbolista, uno de los más grandes talentos del balompié británico y que posee un fabuloso récord: 137 goles en 361 partidos de Liga Inglesa y un total de 179 en 466 encuentros vistiendo la camiseta del Manchester United.

La figura de Best (nacido en Belfast el 22 de mayo de 1946) fue respetada y temida en todos los terrenos de juego ingleses, especialmente entre 1964 y 1969. En ese lustro, Best explotó todo su talento y condiciones físicas, que le convirtieron entonces en el mejor futbolista de la Liga Inglesa. George Best regaló a sus hinchas momentos futbolísticos inolvidables, como aquel 21 de octubre de 1967 contra Escocia, cuando el público le bautizó como "el mejor" (the best).

Con 20 años y una personalidad arrolladora, Best enloqueció con sus regates, remates y visión del espacio libre a la entendida afición inglesa de los años 60, la década en la cual Inglaterra se proclamó campeona del mundo (1966) en el estadio de Wembley al vencer por 4-2 en la final a la selección de Alemania.

Durante los once años que pasó en el Manchester United, con el que ganó la Liga Inglesa en 1965 y 1967, escribió algunas de las páginas más bellas del fútbol, junto a Bobby Charlton y Dennis Law, sus compañeros en el Dream Team dirigido por el mítico Matt Busby.

Esa formidable armada conquistó la Copa de Europa, una primicia para un club inglés entonces, el 29 de mayo de 1968, contra el Benfica de Lisboa del gran Eusébio en el estadio Wembley. El entonces técnico del Manchester United, Matt Busby, se abrazó efusivamente a Best tras golear por 4-1 al Benfica portugués. Bobby Charlton abrió y cerró la cuenta anotadora del conjunto inglés, entonces llamados los Busby Boys, pero Best fue el autor del 2-1 que quebró la igualdad en el minuto 92.

Ese fue el año de Best. Además del trofeo europeo, fue elegido Balón de Oro como mejor jugador europeo en 1968. Con su cabello largo, se convirtió en toda una estrella que recibía más de 10.000 cartas por semana. Su reputación hizo de él una estrella deportiva pero también un ídolo al que sus admiradoras ponían al mismo nivel que los Beatles, gracias a su simpatía y su atractivo. Pero otra de sus peculiaridades era su gusto excesivo por la vida nocturna.

Tal fue su estilo inigualable y enorme calidad que algunos analistas ingleses incluyen a Best en el grupo de elite en el que figuran Di Stéfano, Cruyff, Maradona y Pelé. Probablemente, durante esa época Pelé fue el mejor futbolista del planeta. Ahora bien, entre 1966 y 1969, Best fue imparable.

Charlton, que compartió éxitos y fatigas en las filas del Manchester, opina que el estilo de Best podría ser semejante al que exhibió Cruyff quince años después. "George era más valiente, pero Cruyff tenía la gran capacidad de organización", apunta Charlton. "Él (Best) era el número uno y cuidaba esa condición, pero nunca dictaba las tácticas o daba las charlas sobre lo que teníamos que hacer", añade.

"Si entonces hubiéramos sabido lo que ahora, quizá este trágico final podría haber sido diferente. En el Manchester han aprendido de aquella experiencia con el caso de Eric Cantona. Quizá teníamos que haberlo tratado de forma diferente. Si en vez de ser hostiles con él hubiésemos tratado de apoyarle un poco... ¿quién sabe?", añadió Charlton al conocer el estado terminal de Best.

La fama de Georgie o Bestie era tal que se le consideraba el primer futbolista superstar y muchos se referían a él como el quinto Beatle. "Gasté mucho dinero en bebida, en mujeres y autos deportivos. El resto, simplemente lo malgasté", declaró un día a modo de resumen de su vida. Otra joya suya: "en 1969 dejé las mujeres y el alcohol; fueron los peores 20 minutos de mi vida".

Seleccionado 37 veces con Irlanda del Norte entre 1964 y 1977, George Best nunca disputó un encuentro de un Mundial porque, a pesar de su inmenso talento, no pudo sacar del anonimato a la modesta selección de su país.

Su carácter rebelde y su debilidad por el alcohol le perderían. Dejó el Manchester a los 27 años para errar de un club a otro de Escocia a Estados Unidos pasando por Irlanda. A los 28 años Best tomó una senda equivocada, empapada por el alcohol y vestida con la fugacidad de la noche.

Ya no se hablaba de él más que en la crónica de sucesos. En marzo de 2000, se revelan los efectos de tantos años de excesos y bebida: tiene el hígado muy afectado y se teme por su vida. En febrero de 2001 es hospitalizado por una neumonía y el 30 de julio de 2002 se somete a un trasplante de hígado.

Pese a las insistentes advertencias de los médicos, vuelve a beber poco después del trasplante. Su estado se fue degradando progresivamente y llevaba varios días inconsciente hasta que falleció el 24 de noviembre del 2005 a los 59 años.

Un triste final para el que muchos veían como el jugador con más talento que nunca hayan dado las Islas Británicas.
Fuente: Univision


Lo mejor de George Best

3 comentarios:

Göres dijo...

El quinto beatle era un magnífico jugador pero los excesos fuera del campo le pasaron factura, como a tantos otros.

Un saludo desdelacibeles.blogspot.com

Anónimo dijo...

Un jugador sensacional. Verle jugar hace amar al fútbol. Aunque me temo que hoy en día muchos entrenadores no le sacarían dada la tendencia de arrinconar la clase por apostar por los tarugos.

Anónimo dijo...

Mas bravos que varios que suenan mas, bien dicen que de lo bueno poco, con ese gol que amaga a 7, pero a todos en la misma area dificil de encontrar similitud con otros llamados "grandes"