En valores absolutos, no hay cómo contestar la contratación de Thierry Henry por el Barça. El francés es uno de los pocos jugadores capaces de desequilibrar un partido, siendo el gran responsable por el subcampeonato europeo del Arsenal en 2006.En valores relativos, sin embargo, la llegada del delantero genera un gran punto de interrogación: ¿cuánto tiempo durará el clima de paz en el Barcelona?
Henry es amigo de Eto'o y Ronaldinho Gaúcho. Pero cuando se empiece la disputa por plazas en la delantera titular, eso no valdrá mucho. Lo más natural sería que la cuerda rompiera por el lado más flojo, el de Messi, que aún es joven.
Pero el argentino fue el mejor del equipo en la trágica temporada pasada, llegando a tener momentos maradonianos (incluso reencarnando los goles del Pelusa contra Inglaterra en el Mundial de 1986).
Eto'o tuvo una temporada discreta, pero fue debida más a su grave lesión de rodilla. Y aún explosionó el ambiente en el vestuario con críticas a Ronaldinho Gaúcho y al entrenador Frank Rijkaard.
El número 10 no ha reeditado las actuaciones que lo llevaron a ganar el título de mejor del mundo de la FIFA en dos ocasiones seguidas. Aún así, fue el máximo goleador del equipo en la Liga Española con 21 tantos.
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¿Pueden entonces los cuatro jugar juntos? Es complicado. Para eso, Ronaldinho Gaúcho o Messi tendrían que jugar más atrasados. Rijkaard tendría que usar dos mediocentros de contención, lo que relegaría Xavi, Deco e Iniesta al banquillo. Mala solución debido a la gran temporada de Iniesta y a la calidad contrastada de Xavi y Deco.
La solución podría ser poco ortodoxa: aprovechar que el Barcelona no tiene lateral zurdo (y Zambrotta tampoco ha convencido por la derecha) y usar tres defensas (Puyol, Thuram y, probablemente, Chivu), con un mediocentro defensivo (casi con toda seguridad Touré) y usar uno o dos de los mediocentros de creación como alas.
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