Tras la erradicación de los extremos, estamos ahora asistiendo al genocidio de los creadores. Su imaginación, su inteligencia de juego pausado y técnico ya no tiene espacio de libertad en el fútbol físico, destructivo y veloz del siglo XXI.
No es extraño de ver aparecer, en particular en el fútbol europeo, cuna del fútbol resultadista, estadísticas de asistencias de gol. Un goleador eficaz hoy marca la mitad de goles de los que metían los Pelé, Müller, Pedernera, Eusebio, Fontaine, Di Stéfano etc... desasistidos por los desaparecidos extremos. Dichos extremos hacían pases de la muerte, asistencias letales. Pero entonces, era imposible contar tantas ofrendas de gol.
Además de los innumerables centros letales de los extremos, los delanteros centros eran asistidos, al interior... de interiores, derecho e izquierdo, que les ofrecían unos cuantos pases milimétricos por partido, como Zico, Tostao, Kopa, Didi, Platini, Piantoni, Hidegkuti, Coutinho, Coluna, Sotil, etc... Hoy los interiores juegan al exterior y sustituyen a los desparecidos extremos.
Esos interiores o medios ofensivos, eran también llamados creadores. Pero con la desaparición esos últimos años de los penúltimos artistas creadores como Maradona, Platini, Francescoli, Valderrama, Zico y otros Roberto Baggio y Zidane,... ¿quien aparecerá en el universo del fútbol guerrero, físico y destructivo, del fútbol business y de la media, para construir y crear el juego, para organizar el espectáculo con pie y cabeza?
Han fallado o no han rayado al nivel indiscutible vendido por la prensa poco exigentes, unos cuantos estos últimos años: Del Piero, Totti, Rui Costa, Verón, Figo, Deco, Riquelme y como colmo, Beckham, el máximo engaño mediático en cuanto al arte del fútbol. Sin olvidar a ciertos nombres sobrevalorados como Raúl.
¿Quién nos quedará, tras la marcha de Zidane para organizar el ballet del fútbol, para repartir clase, elegancia, estilo y arte, para ofrecer un oasis de creación en un latifundio de destrucción masiva?
Esperemos con fuerza que se revelen por fin, que salgan de su escondite, que se libren del fútbol de sistemas, que se liberen del fútbol destructivo, los escasos jugadores ávidos de libertad y de creatividad. ¿Ronaldinho? ¿D´Alessandro? ¿Robinho? ¿Diego? ¿Aimar?
¿Dónde están? ¿Quiénes son?
No es extraño de ver aparecer, en particular en el fútbol europeo, cuna del fútbol resultadista, estadísticas de asistencias de gol. Un goleador eficaz hoy marca la mitad de goles de los que metían los Pelé, Müller, Pedernera, Eusebio, Fontaine, Di Stéfano etc... desasistidos por los desaparecidos extremos. Dichos extremos hacían pases de la muerte, asistencias letales. Pero entonces, era imposible contar tantas ofrendas de gol.
Además de los innumerables centros letales de los extremos, los delanteros centros eran asistidos, al interior... de interiores, derecho e izquierdo, que les ofrecían unos cuantos pases milimétricos por partido, como Zico, Tostao, Kopa, Didi, Platini, Piantoni, Hidegkuti, Coutinho, Coluna, Sotil, etc... Hoy los interiores juegan al exterior y sustituyen a los desparecidos extremos.
Esos interiores o medios ofensivos, eran también llamados creadores. Pero con la desaparición esos últimos años de los penúltimos artistas creadores como Maradona, Platini, Francescoli, Valderrama, Zico y otros Roberto Baggio y Zidane,... ¿quien aparecerá en el universo del fútbol guerrero, físico y destructivo, del fútbol business y de la media, para construir y crear el juego, para organizar el espectáculo con pie y cabeza?
Han fallado o no han rayado al nivel indiscutible vendido por la prensa poco exigentes, unos cuantos estos últimos años: Del Piero, Totti, Rui Costa, Verón, Figo, Deco, Riquelme y como colmo, Beckham, el máximo engaño mediático en cuanto al arte del fútbol. Sin olvidar a ciertos nombres sobrevalorados como Raúl.
¿Quién nos quedará, tras la marcha de Zidane para organizar el ballet del fútbol, para repartir clase, elegancia, estilo y arte, para ofrecer un oasis de creación en un latifundio de destrucción masiva?
Esperemos con fuerza que se revelen por fin, que salgan de su escondite, que se libren del fútbol de sistemas, que se liberen del fútbol destructivo, los escasos jugadores ávidos de libertad y de creatividad. ¿Ronaldinho? ¿D´Alessandro? ¿Robinho? ¿Diego? ¿Aimar?
¿Dónde están? ¿Quiénes son?
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