Los fanáticos por la selección alemana tienen una parada obligatoria en el museo Casa de la Historia, en la ciudad de Bonn. Allí se encuentra la exposición de un objeto muy importante en el último Mundial: un notita de Andreas Köpke, entrenador de porteros, que estudió como los argentinos tirarían los penaltis en el partido válido por los cuartos de final.
El pedacito de papel fue recibido por Jens Lehmann después de la prórroga. El portero lo guardó en sus medias y le echó una ojeada antes de cada penalti (defendió dos). Sobre el central Ayala -que también ya había fallado contra Brasil, en 1999, en la Copa América-, Köpke dijo que se acercaba lentamente, esperaba la definición del portero y lo tiraba a la derecha. Y sobre Cambiasso, no tenía ninguna información, pero el portero alemán adivinó el lado y la Nationalelf consiguió la clasificación.
La nota fue subastada en diciembre del año pasado. La empresa de energía EnBW, que lo adjudicó por un millón de euros, donó la notita al museo Casa de la Historia. El dinero se lo quedó Ein Herz für Kinder, una institución de asistencia a los niños.
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