"El conocimiento de Brasil pasa por el fútbol". José Lins do Rego, novelista brasileño.
"Quien vio la seleção brasileira no puede negar al fútbol su condición de arte... El arte de jugar fútbol es una contribución brasileña, y es uno de los pocos valores que considero genuinamente universales". Eric Hobsbawn, inglés, el mayor historiador de la actualidad.
"Que cosa lindísima es el fútbol, que bailado mirífico un partido de fútbol". Mário de Andrade, el gran intelectual del modernismo literario brasilero.
"El fútbol es un reino de la lealtad ejercida al aire libre". Antonio Gramshi, marxista italiano.
"La bola no es la enemiga / como el toro, en la corrida;/ es, ser un utensilio impersonal, / siempre manso, de gesto usual: / es un utensilio semivivo, / de reacciones propias como un bicho / y que, como bicho, es misterio / (más que bicho, como mujer) / usar con malicia y atención / dando a los pies astucias de mano". João Cabral de Melo Neto, poeta brasileño y crack en la juventud en el Santa Cruz do Recife.
"Después de muchos años en que el mundo me ofreció tantos espectáculos, lo que finalmente mejor sé sobre la moral y las obligaciones de los hombres, le debo al fútbol". Albert Camus, filósofo francés.
"El fútbol se caracteriza por el placer de la elasticidad, de la sorpresa, de la retórica, que recuerda pasos de danza y fintas de capoeira". Gilberto Freyre, sociólogo brasileño.
"El fútbol es el ritual de mayor sustancia de la cultura popular brasileña, metáfora privilegiada de nuestras estructuras básicas". Maurício Murad, carioca y también sociólogo.
"Cuando comenzó a jugar, los médicos diagnosticaron que aquel anormal nunca llegaría a ser deportista. Era un pobre resto de hambre y de poliomielitis, burro y manco, con un cerebro infantil, la columna vertebral en `s´ y las dos piernas torcidas para el mismo lado. Pero, a lo largo de sus años en los campos, Garrincha fue el hombre que dio más alegría en toda la historia del fútbol. Cuando él estaba, el campo era un picadero de circo; la bola, un bicho amaestrado; el partido, una invitación a la fiesta". Eduardo Galeano, filósofo uruguayo.
"Jamás renunciaré al derecho y al placer de soñar con el fútbol: por fidelidad a la infancia y por fidelidad al orgullo inexplicable de ser brasileño". Paulo Mendes Campos, poeta y cronista brasileño.
"Quien vio la seleção brasileira no puede negar al fútbol su condición de arte... El arte de jugar fútbol es una contribución brasileña, y es uno de los pocos valores que considero genuinamente universales". Eric Hobsbawn, inglés, el mayor historiador de la actualidad.
"Que cosa lindísima es el fútbol, que bailado mirífico un partido de fútbol". Mário de Andrade, el gran intelectual del modernismo literario brasilero.
"El fútbol es un reino de la lealtad ejercida al aire libre". Antonio Gramshi, marxista italiano.
"La bola no es la enemiga / como el toro, en la corrida;/ es, ser un utensilio impersonal, / siempre manso, de gesto usual: / es un utensilio semivivo, / de reacciones propias como un bicho / y que, como bicho, es misterio / (más que bicho, como mujer) / usar con malicia y atención / dando a los pies astucias de mano". João Cabral de Melo Neto, poeta brasileño y crack en la juventud en el Santa Cruz do Recife.
"Después de muchos años en que el mundo me ofreció tantos espectáculos, lo que finalmente mejor sé sobre la moral y las obligaciones de los hombres, le debo al fútbol". Albert Camus, filósofo francés.
"El fútbol se caracteriza por el placer de la elasticidad, de la sorpresa, de la retórica, que recuerda pasos de danza y fintas de capoeira". Gilberto Freyre, sociólogo brasileño.
"El fútbol es el ritual de mayor sustancia de la cultura popular brasileña, metáfora privilegiada de nuestras estructuras básicas". Maurício Murad, carioca y también sociólogo.
"Cuando comenzó a jugar, los médicos diagnosticaron que aquel anormal nunca llegaría a ser deportista. Era un pobre resto de hambre y de poliomielitis, burro y manco, con un cerebro infantil, la columna vertebral en `s´ y las dos piernas torcidas para el mismo lado. Pero, a lo largo de sus años en los campos, Garrincha fue el hombre que dio más alegría en toda la historia del fútbol. Cuando él estaba, el campo era un picadero de circo; la bola, un bicho amaestrado; el partido, una invitación a la fiesta". Eduardo Galeano, filósofo uruguayo.
"Jamás renunciaré al derecho y al placer de soñar con el fútbol: por fidelidad a la infancia y por fidelidad al orgullo inexplicable de ser brasileño". Paulo Mendes Campos, poeta y cronista brasileño.
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