-En eso del fútbol no llegarás muy lejos. Mejor te dedicas a otra cosa.
En esa época Gerd Müller trabajaba 12 horas diarias en una fábrica textil.
Once años después, en 1974, este jugador retacón y paticorto fue campeón del mundo. Nadie hizo más goles que él en la historia de la Liga Alemana y de la selección nacional.
El lobo feroz ni se veía en la cancha. Disfrazado de abuelita, ocultos los colmillos y las pezuñas, se paseaba prodigando pases inocentes y otras obras de caridad. Mientras tanto, sin que nadie se diera cuenta, se deslizaba hacia el área. Ante la valla abierta, se relamía: la red era el encaje de novia de una niña irresistible. Y entonces, desnudo de golpe, lanzaba el mordiscón.
Fuente: Eduardo Galeano
Lo mejor de Gerd Müller
2 comentarios:
Torpedo Müller, un goleador en estado puro. Tenía el gol entre ceja y ceja. Sólo veía la portería. Remataba de cualquier manera para conseguir su fin: el gol
sacatipa, un verdadero fenómeno natural en cuanto a tamaño se refiere, denominado vulgarmente " el anaconda".
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