Se convirtió en leyenda en 1978 cuando llegó a ser capitán del seleccionado argentino campeón del mundo. Pero su personalidad dentro de un terreno de juego venía forjándose con anterioridad, en River Plate, donde también era capitán y figura del conjunto capitalino. Después seguiría jugando en Europa y más tarde, continuaría ligado al deporte al convertirse en técnico.
Nació en 1953 y debutó en la primera división de Argentina con River Plate a los 21 años de edad. Desde ese momento se convirtió en el baluarte del equipo de la banda roja, desarrollando un estilo propio, de jugador con carácter pero también hábil con el balón y potente en el juego aéreo.
El entonces técnico del seleccionado argentino, César Luis Menotti, no dudó en llamarlo para integrar el equipo que a la postre participaría en el Mundial de 1978 en el país rioplatense y que luego se coronó campeón mundial. Passarella no sólo fue el capitán de ese representativo sino que también se convirtió en una de sus figuras principales.
Frontal tanto para hablar como para jugar, fue el representante perfecto del equipo dirigido por Menotti. De River Plate fue transferido a la Fiorentina (marcanndo 39 goles y convirtiéndose en uno de los mejores jugadores que hayan pisado la institución) y luego al Inter de Milán, en donde también descolló en el fútbol italiano. Su temple y fuerte personalidad lo impulsaron a los primeros planos del fútbol de la península.
El gran Capitán intervino también en la selección que jugó en 1982 en España. También fue el capitán de ese equipo y a pesar de que Argentina no brilló como se esperaba fue casualmente él quién resaltó por su entrega en los partidos en que participó la selección antes de ser eliminada.
Para 1986 formó parte del equipo que se clasificó al Mundial de México del 86. Una jugada suya le dio a Argentina el empate frente a Perú que a la postre significó el pasaje a tierras mexicanas. Sin embargo, no fue titular de la selección argentina que se coronó campeona del mundo y aún hoy persisten los rumores del motivo por el cual el técnico Carlos Bilardo no lo incluyó en el primer equipo.
En 1989, se retira y meses después, ya como técnico, sacó campeón argentino al club de sus amores, River Plate. Después Passarella dirigió con críticas y elogios a la selección argentina que jugó el Mundial de Francia de 1998. Basado en una disciplina férrea con sus dirigidos, Passarella no logró llevar al equipo a lo más alto.
No obstante su trayectoria sirvió para que la Federación Uruguaya de Fútbol lo nombrara técnico del equipo celeste. Después de pasajes como seleccionador de Uruguay y entrenador del Parma italiano, del Monterry mexicano y del Corinthians brasileño, vuelve a entrenar al River Plate de sus amores.
Nació en 1953 y debutó en la primera división de Argentina con River Plate a los 21 años de edad. Desde ese momento se convirtió en el baluarte del equipo de la banda roja, desarrollando un estilo propio, de jugador con carácter pero también hábil con el balón y potente en el juego aéreo.
El entonces técnico del seleccionado argentino, César Luis Menotti, no dudó en llamarlo para integrar el equipo que a la postre participaría en el Mundial de 1978 en el país rioplatense y que luego se coronó campeón mundial. Passarella no sólo fue el capitán de ese representativo sino que también se convirtió en una de sus figuras principales.
Frontal tanto para hablar como para jugar, fue el representante perfecto del equipo dirigido por Menotti. De River Plate fue transferido a la Fiorentina (marcanndo 39 goles y convirtiéndose en uno de los mejores jugadores que hayan pisado la institución) y luego al Inter de Milán, en donde también descolló en el fútbol italiano. Su temple y fuerte personalidad lo impulsaron a los primeros planos del fútbol de la península.
El gran Capitán intervino también en la selección que jugó en 1982 en España. También fue el capitán de ese equipo y a pesar de que Argentina no brilló como se esperaba fue casualmente él quién resaltó por su entrega en los partidos en que participó la selección antes de ser eliminada.
Para 1986 formó parte del equipo que se clasificó al Mundial de México del 86. Una jugada suya le dio a Argentina el empate frente a Perú que a la postre significó el pasaje a tierras mexicanas. Sin embargo, no fue titular de la selección argentina que se coronó campeona del mundo y aún hoy persisten los rumores del motivo por el cual el técnico Carlos Bilardo no lo incluyó en el primer equipo.
En 1989, se retira y meses después, ya como técnico, sacó campeón argentino al club de sus amores, River Plate. Después Passarella dirigió con críticas y elogios a la selección argentina que jugó el Mundial de Francia de 1998. Basado en una disciplina férrea con sus dirigidos, Passarella no logró llevar al equipo a lo más alto.
No obstante su trayectoria sirvió para que la Federación Uruguaya de Fútbol lo nombrara técnico del equipo celeste. Después de pasajes como seleccionador de Uruguay y entrenador del Parma italiano, del Monterry mexicano y del Corinthians brasileño, vuelve a entrenar al River Plate de sus amores.
Fuente: Univision
2 comentarios:
El maldito Bilardo marginó a Passarella el 86 porque era un símbolo del equipo entrenado por Menotti.
NOOOOO..NO OLVIDEMOS Q PASARELLA SE LESIONO EN UN ENTRENAMIENTO EN MEXICO 86, EL SI VIAJO PERO DIAS ANTES DEL MUNDIAL SE FRACTURO EL TOBILLO Y QUEDO AL MARGEN SIENDO REEMPLAZAD POR EL TATA BROWN...ESA ES LA VERDADERA HISTORIA
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