Hendrik Johannes Cruijff nació en Amsterdam, Holanda, el 25 de abril de 1947. Es considerado por los aficionados al balompié y por la FIFA como uno de los cuatro mejores jugadores de fútbol del siglo XX, junto a Pelé, Diego Armando Maradona y Alfredo Di Stéfano, y el mejor jugador nacido en Europa de todos los tiempos.
La infancia de Johan Cruyff estuvo ligada a un balón de fútbol y al Ajax de Amsterdam, pues con sólo diez años fue escogido entre otros 300 niños para formar parte de las categorías inferiores del club, creciendo en la universidad del fútbol de ataque.
A la edad de doce años perdió a su padre, por lo que se vio obligado a ayudar a su hermano con la economía familiar. Un par de años después, encontraría una nueva figura paterna en el cuidador del campo del Ajax al que ayudaba en su trabajo.
Dentro de la estructura del Ajax pasó rápidamente por todas las categorías inferiores (incluidos trabajos como el de limpiabotas y cuidador del vestuario), hasta que consiguió llegar a la primera plantilla, y debutar en la Liga Holandesa a la edad de 16 años.
El partido del debut se celebró el 15 de noviembre de 1964, enfrentándose al GVAV Groningen. Se producía así el inicio de la carrera del considerado mejor jugador europeo de la historia, que contribuiría en hacer al Ajax el claro dominador del fútbol del viejo continente, consiguiendo 6 Ligas y 4 Copas Holandesas, 3 Copas de Europa, 1 Copa Intercontinental y 1 Supercopa de Europa.
Cuando el Ajax destrozó al Liverpool por 5-1 fue evidente que aquel delgado adolescente de pelo largo no era un jugador corriente y cuando levantó su tercera Copa de Europa consecutiva en 1973 todo el mundo sabía ya que era uno de los mejores jugadores de la historia. Su figura se convirtió en un referente del mundo del fútbol, consiguiendo en tres ocasiones el Balón de Oro, otorgado por la revista francesa France Football, en los años 1971, 1973 y 1974 (estos dos últimos vistiendo ya la camiseta del F. C. Barcelona).
Si Maradona y Pelé son recordados por lucir el número 10 en sus camisetas, Cruyff lo es por el dorsal número 14, algo en principio extraño, pues en los años 1970, cuando no existían las camisetas personalizadas, los números superiores al 11 estaba reservados a los suplentes.
La ruptura con el Ajax llegó en la temporada 1973-74, cuando el club de la capital holandesa negoció el traspaso de Cruyff al Real Madrid. Al saberlo el jugador, hizo muestra de una rebeldía que también le caracterizó durante toda su carrera, y decidió no fichar por el Real Madrid, sino por su máximo rival, el F. C. Barcelona, club por el que tenía mayor estima en su juventud. El traspaso de Cruyff al Barcelona se convirtió en el más caro en la historia del fútbol hasta ese momento (60 millones de pesetas) y firmó un contrato de 12.000 dólares mensuales.
Cruyff fue recibido en Barcelona como un auténtico ídolo, y es que la afición blaugrana veía en él la única esperanza de que su equipo saliese a flote, pues hacía catorce años que no ganaba la Liga. Y Johan no defraudó a nadie. El equipo dio un giro desde entonces, consiguiendo no perder ni un sÓlo encuentro desde la llegada del apodado el Flaco, y logrando ganar por fin el Campeonato Español. Además, el equipo consiguió un hito que todavía no ha conseguido igualar, y es que venció por 0-5 en su visita al Santiago Bernabéu del Real Madrid, el 17 de febrero de 1974, con un gol antológico del holandés. Acabó esa primera temporada con 24 goles en su haber.
En el verano de 1974 disputó como capitán de la selección holandesa el Mundial de Alemania. El conjunto holandés desplegó un juego que pasaría a la posteridad como fútbol total, y que giraba en torno a la figura de Johan Cruyff. Esta selección de los Países Bajos sería recordada como la Naranja Mecánica, siendo considerada uno de los equipos más grandes de la historia del fútbol. La final la disputó contra Alemania Federal, tras machacar a Brasil y a Argentina en rondas anteriores. Los anfitriones, encabezados por Franz Beckenbauer, se impusieron 2 a 1. Pero Cruyff fue designado como el mejor jugador del Mundial.
En 1978 decidió no participar del Mundial de Argentina debido a la violación masiva de derechos humanos que realizaba la dictadura imperante.
Su estancia en el F. C. Barcelona duraría tres temporadas más, en las que sólo conseguiría ganar una Copa del Rey, aunque continuó marcando diferencias como estrella futbolística. Problemas con la directiva le llevaron a tomar la decisión de abandonar el club. Sin embargo, su estancia en Barcelona dejó una gran huella en su persona, pues se integró muy rápidamente en la cultura catalana.
Tras un breve período de inactividad, en el que se le hizo un partido homenaje por parte del Ajax, decidió enrolarse en la Liga Estadounidense, fichando en 1979 por Los Angeles Aztecs. La temporada siguiente la jugaría con los Washington Diplomats, y el año de 1981 lo empezaría la segunda división española, jugando varios meses con el Levante, para posteriormente finalizarlo en Washington de nuevo.
La carrera de Cruyff parecía estar llegando a su fin, pero sorprendentemente fichó de nuevo por el Ajax con la edad de 34 años. Durante sus dos temporadas en el club de su infancia consiguió ganar las dos veces la Liga Holandea, además de una Copa. En su última temporada en el Ajax, la 1982-83 , Cruyff, creó el penal indirecto. En lugar de tirar a puerta sirvió una asistencia para su compañero Jesper Olsen, quien le devolvió el pase para que Cruyff pudiera marcar. Esa última temporada resultó especialmente complicada para el jugador, ya que se produjo la muerte del que había sido para él su segundo padre. Cruyff cayó en un bajo estado de ánimo, y el presidente del Ajax llegó a declarar que al jugador ya le faltaban capacidades para seguir jugando en la primera división holandesa.
Y es así como salió a relucir de nuevo el espíritu rebelde de Cruyff, que decidió fichar por el máximo rival, el Feyenoord de Rotterdam, contando ya con 37 años. En la que fue su última temporada consiguió hacer doblete, ganando la Liga y la Copa, además de ser designado como mejor jugador del campeonato liguero. Su carrera como jugador no pudo terminar de manera más triunfal.
Cruyff jugaba en el centro del campo, pero al igual que Pelé, Di Stéfano o Beckenbauer, Cruyff rediseñó su posición y trajo al fútbol algo nunca visto hasta entonces, el fútbol total. Para Cruyff el fútbol era ataque y en este residía la belleza del juego.
Además de dirigir a sus compañeros con una inteligencia poco común, individualmente Cruiff era un jugador superdotado. Es difícil describir las cosas que hacía con el balón, pero basta un ejemplo.
Tras sufrir un infarto de miocardio que estuvo a punto de costarle la vida, Cruyff hizo un comercial en España contra el tabaco. Filmado en una sola toma Johan sacó una cajetilla de tabaco y por veinte segundos la tocó con el pie, la rodilla, la cabeza, el pecho, se la preparó y en una media volea la sacó de la imagen. Eso era lo que hacía con una cajetilla de tabaco. Imaginénse con un balón.
No pasó mucho tiempo desde su retiro como jugador profesional hasta su vuelta a los terrenos de juego. Como entrenador del Ajax conquistó una Recopa de Europa y dos Copas Holandesas. De nuevo fue llamado por el F. C. Barcelona y lo que no conquistó como jugador blaugrana lo hizo como entrenador ensamblando el que se llamó Dream Team. Cuatro Ligas consecutivas, una Copa del Rey, una Recopa de Europa y finalmente la Copa de Europa en 1992.
Hoy no entrena ningún equipo, pero sus dos equipos del corazón (Ajax y F. C. Barcelona), aún están impregnados de su filosofía de juego de ataque.
Lo mejor de Johan Cruyff
La infancia de Johan Cruyff estuvo ligada a un balón de fútbol y al Ajax de Amsterdam, pues con sólo diez años fue escogido entre otros 300 niños para formar parte de las categorías inferiores del club, creciendo en la universidad del fútbol de ataque.
A la edad de doce años perdió a su padre, por lo que se vio obligado a ayudar a su hermano con la economía familiar. Un par de años después, encontraría una nueva figura paterna en el cuidador del campo del Ajax al que ayudaba en su trabajo.
Dentro de la estructura del Ajax pasó rápidamente por todas las categorías inferiores (incluidos trabajos como el de limpiabotas y cuidador del vestuario), hasta que consiguió llegar a la primera plantilla, y debutar en la Liga Holandesa a la edad de 16 años.
El partido del debut se celebró el 15 de noviembre de 1964, enfrentándose al GVAV Groningen. Se producía así el inicio de la carrera del considerado mejor jugador europeo de la historia, que contribuiría en hacer al Ajax el claro dominador del fútbol del viejo continente, consiguiendo 6 Ligas y 4 Copas Holandesas, 3 Copas de Europa, 1 Copa Intercontinental y 1 Supercopa de Europa.
Cuando el Ajax destrozó al Liverpool por 5-1 fue evidente que aquel delgado adolescente de pelo largo no era un jugador corriente y cuando levantó su tercera Copa de Europa consecutiva en 1973 todo el mundo sabía ya que era uno de los mejores jugadores de la historia. Su figura se convirtió en un referente del mundo del fútbol, consiguiendo en tres ocasiones el Balón de Oro, otorgado por la revista francesa France Football, en los años 1971, 1973 y 1974 (estos dos últimos vistiendo ya la camiseta del F. C. Barcelona).
Si Maradona y Pelé son recordados por lucir el número 10 en sus camisetas, Cruyff lo es por el dorsal número 14, algo en principio extraño, pues en los años 1970, cuando no existían las camisetas personalizadas, los números superiores al 11 estaba reservados a los suplentes.
La ruptura con el Ajax llegó en la temporada 1973-74, cuando el club de la capital holandesa negoció el traspaso de Cruyff al Real Madrid. Al saberlo el jugador, hizo muestra de una rebeldía que también le caracterizó durante toda su carrera, y decidió no fichar por el Real Madrid, sino por su máximo rival, el F. C. Barcelona, club por el que tenía mayor estima en su juventud. El traspaso de Cruyff al Barcelona se convirtió en el más caro en la historia del fútbol hasta ese momento (60 millones de pesetas) y firmó un contrato de 12.000 dólares mensuales.
Cruyff fue recibido en Barcelona como un auténtico ídolo, y es que la afición blaugrana veía en él la única esperanza de que su equipo saliese a flote, pues hacía catorce años que no ganaba la Liga. Y Johan no defraudó a nadie. El equipo dio un giro desde entonces, consiguiendo no perder ni un sÓlo encuentro desde la llegada del apodado el Flaco, y logrando ganar por fin el Campeonato Español. Además, el equipo consiguió un hito que todavía no ha conseguido igualar, y es que venció por 0-5 en su visita al Santiago Bernabéu del Real Madrid, el 17 de febrero de 1974, con un gol antológico del holandés. Acabó esa primera temporada con 24 goles en su haber.
En el verano de 1974 disputó como capitán de la selección holandesa el Mundial de Alemania. El conjunto holandés desplegó un juego que pasaría a la posteridad como fútbol total, y que giraba en torno a la figura de Johan Cruyff. Esta selección de los Países Bajos sería recordada como la Naranja Mecánica, siendo considerada uno de los equipos más grandes de la historia del fútbol. La final la disputó contra Alemania Federal, tras machacar a Brasil y a Argentina en rondas anteriores. Los anfitriones, encabezados por Franz Beckenbauer, se impusieron 2 a 1. Pero Cruyff fue designado como el mejor jugador del Mundial.
En 1978 decidió no participar del Mundial de Argentina debido a la violación masiva de derechos humanos que realizaba la dictadura imperante.
Su estancia en el F. C. Barcelona duraría tres temporadas más, en las que sólo conseguiría ganar una Copa del Rey, aunque continuó marcando diferencias como estrella futbolística. Problemas con la directiva le llevaron a tomar la decisión de abandonar el club. Sin embargo, su estancia en Barcelona dejó una gran huella en su persona, pues se integró muy rápidamente en la cultura catalana.
Tras un breve período de inactividad, en el que se le hizo un partido homenaje por parte del Ajax, decidió enrolarse en la Liga Estadounidense, fichando en 1979 por Los Angeles Aztecs. La temporada siguiente la jugaría con los Washington Diplomats, y el año de 1981 lo empezaría la segunda división española, jugando varios meses con el Levante, para posteriormente finalizarlo en Washington de nuevo.
La carrera de Cruyff parecía estar llegando a su fin, pero sorprendentemente fichó de nuevo por el Ajax con la edad de 34 años. Durante sus dos temporadas en el club de su infancia consiguió ganar las dos veces la Liga Holandea, además de una Copa. En su última temporada en el Ajax, la 1982-83 , Cruyff, creó el penal indirecto. En lugar de tirar a puerta sirvió una asistencia para su compañero Jesper Olsen, quien le devolvió el pase para que Cruyff pudiera marcar. Esa última temporada resultó especialmente complicada para el jugador, ya que se produjo la muerte del que había sido para él su segundo padre. Cruyff cayó en un bajo estado de ánimo, y el presidente del Ajax llegó a declarar que al jugador ya le faltaban capacidades para seguir jugando en la primera división holandesa.
Y es así como salió a relucir de nuevo el espíritu rebelde de Cruyff, que decidió fichar por el máximo rival, el Feyenoord de Rotterdam, contando ya con 37 años. En la que fue su última temporada consiguió hacer doblete, ganando la Liga y la Copa, además de ser designado como mejor jugador del campeonato liguero. Su carrera como jugador no pudo terminar de manera más triunfal.
Cruyff jugaba en el centro del campo, pero al igual que Pelé, Di Stéfano o Beckenbauer, Cruyff rediseñó su posición y trajo al fútbol algo nunca visto hasta entonces, el fútbol total. Para Cruyff el fútbol era ataque y en este residía la belleza del juego.
Además de dirigir a sus compañeros con una inteligencia poco común, individualmente Cruiff era un jugador superdotado. Es difícil describir las cosas que hacía con el balón, pero basta un ejemplo.
Tras sufrir un infarto de miocardio que estuvo a punto de costarle la vida, Cruyff hizo un comercial en España contra el tabaco. Filmado en una sola toma Johan sacó una cajetilla de tabaco y por veinte segundos la tocó con el pie, la rodilla, la cabeza, el pecho, se la preparó y en una media volea la sacó de la imagen. Eso era lo que hacía con una cajetilla de tabaco. Imaginénse con un balón.
No pasó mucho tiempo desde su retiro como jugador profesional hasta su vuelta a los terrenos de juego. Como entrenador del Ajax conquistó una Recopa de Europa y dos Copas Holandesas. De nuevo fue llamado por el F. C. Barcelona y lo que no conquistó como jugador blaugrana lo hizo como entrenador ensamblando el que se llamó Dream Team. Cuatro Ligas consecutivas, una Copa del Rey, una Recopa de Europa y finalmente la Copa de Europa en 1992.
Hoy no entrena ningún equipo, pero sus dos equipos del corazón (Ajax y F. C. Barcelona), aún están impregnados de su filosofía de juego de ataque.
Fuente: Univision
Lo mejor de Johan Cruyff
3 comentarios:
El regate en carrera, su salida con el balón, su verticalidad y su carácter ganador definen a un genio del fútbol.
Un genio... la soltura de sus movimientos y la coordinación corporal, además de su notable visión del campo de juego.. lo hacen a mi juicio el mejor jugador en la historia del futbol.
El Futbol Total surgió en el Ajax, un equipo casi invencible, que después fue la base de la selección holandesa.
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