Uwe Seeler nació en Hamburgo en 1936. Hijo de un jugador de fútbol, Uwe fichó por el SV Hamburger a los 10 años y permaneció en el mismo equipo durante 24 años. En las categorías infantiles aquel niño que nunca creció demasiado consiguió algo más de 600 goles.
Su carrera es fácil de resumir, salía al campo, marcaba goles y se iba. Suficiente para debutar con la selección de la República Federeal de Alemanía a los 17 años de edad y jugar 72 partidos oficiales con ella. Siempre fiel, Uwe Seeler marcaba goles, muchos, pero su mérito radicaba en su físico.
Seeler era bajito, delgado y su estructura daba la sensación de no haber terminado de desarrollarse. Desde luego no parecía un futbolista. Pero lo era, y de los mejores. La mayoría de las fotos que se guardan de él, le recogen en el aire, por que es donde vivía.
Hasta entonces no se había visto en el fútbol a ningún jugador que rematase de la manera que él lo hacía. No se puede decir que sus remates fueran acrobáticos, porque su juego entero lo era. A pesar de su corta estatura y de su frágil aspecto era un magnífico rematador, y no tenía miedo en meterla en ninguna situación.
Habilidoso y ágil, remataba balones desde cualquier postura imaginable y normalmente acababan dentro. A pesar de los reiterados intentos de los grandes italianos y españoles por ficharle, Seeler permaneció en su equipo de siempre del que se retiró en 1970.
Jugó cuatro Mundiales de fútbol con Alemania, destacando sobremanera en el Mundial del 62 en Chile y fue máximo goleador de la Bundesliga en en cinco ocasiones. Los alemanes le nombraron mejor jugador del año en tres ocasiones.
Su carrera es fácil de resumir, salía al campo, marcaba goles y se iba. Suficiente para debutar con la selección de la República Federeal de Alemanía a los 17 años de edad y jugar 72 partidos oficiales con ella. Siempre fiel, Uwe Seeler marcaba goles, muchos, pero su mérito radicaba en su físico.
Seeler era bajito, delgado y su estructura daba la sensación de no haber terminado de desarrollarse. Desde luego no parecía un futbolista. Pero lo era, y de los mejores. La mayoría de las fotos que se guardan de él, le recogen en el aire, por que es donde vivía.
Hasta entonces no se había visto en el fútbol a ningún jugador que rematase de la manera que él lo hacía. No se puede decir que sus remates fueran acrobáticos, porque su juego entero lo era. A pesar de su corta estatura y de su frágil aspecto era un magnífico rematador, y no tenía miedo en meterla en ninguna situación.
Habilidoso y ágil, remataba balones desde cualquier postura imaginable y normalmente acababan dentro. A pesar de los reiterados intentos de los grandes italianos y españoles por ficharle, Seeler permaneció en su equipo de siempre del que se retiró en 1970.
Jugó cuatro Mundiales de fútbol con Alemania, destacando sobremanera en el Mundial del 62 en Chile y fue máximo goleador de la Bundesliga en en cinco ocasiones. Los alemanes le nombraron mejor jugador del año en tres ocasiones.
Fuente: Univision
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