El antiguo Wembley era, tras el casi centenario Hampden Park, el estadio más viejo del continente europeo, construido en 1923 y destruido hace nada después de 80 años de historia y leyenda. Inglaterra resucitó el deporte rey pero se quedó aislada cuando Europa y el mundo reencontraban el Deporte a través de los Juegos Olímpicos y del juego del Fútbol a través de la industrialización. 2.000 años sin deporte ni fútbol pero en 100 años hemos redescubierto la belleza del juego y de los Juegos.
3-6 fue la confirmación de la infinita superioridad del juego ofensivo y creativo de los húngaros Puskas, Hidegkuti, Grosics, Czibor, Kocsis. Los Ingleses no entendían nada a la aparente falta de organización del fútbol europeo de entonces. No creían que tocando y tocando el balón con pases cortos, artes del regate o de la pared se podía ganar partidos. Su fútbol siempre había sido de esfuerzos académicos, coloniales o industriales... con velocidad y fuerza principalmente. El de lo Húngaros era un fútbol de amigos imaginativos que disfrutaban en crear jugadas desconcertantes, y aleatoriamente marcaban goles, muchos goles, muchísimos goles. Unos meses más tarde, en la revancha en Budapest, se confirmó que el fútbol inglés estaba equivocado: 7-1 para los Húngaros.
Wembley vio grandes jugadores, uno de los cuales Stanley Matthews, muy pequeño según los pobres criterios actuales, desbordaba por la derecha a defensas de 20 años... a sus 50 años en la Premier League... yes Sir. Sir Bobby Charlton llevó su país a su primer y único título mundial en 1966, en una final polémica, 4-2, contra Alemania. Este día se cambiaron los postes cuadrados por los redondos ante la protesta alemana y mundial por el gol fantasma inglés. Alemania entera dice aún "perdimos el mundial 1966 por 2-2". Desde entonces, con los postes redondos, los goles fantasmas sobreviven.
En el templo de Wembley, no faltan las hazañas, pero son tán "anecdóticas" al lado del partido Inglaterra-Hungría, el primero de la historia en 1953. Era bien asumido por el mundo que Inglaterra jugaba al fútbol en su isla y que los infieles del resto del mundo jugaban con una pelota, y evidentemente, como inventores del fútbol eran los mejores. Hasta prueba de lo contrario no había nada que objectar a los gentlemen futbolistas británicos. Hasta que salgan de su aislamiento en los años 50 con su primera participación desastrosa en el Mundial de Brasil 1950, más una serie de derrotas en Yugoslavia, Brasil, Austria, Hungría.
3-6 fue la confirmación de la infinita superioridad del juego ofensivo y creativo de los húngaros Puskas, Hidegkuti, Grosics, Czibor, Kocsis. Los Ingleses no entendían nada a la aparente falta de organización del fútbol europeo de entonces. No creían que tocando y tocando el balón con pases cortos, artes del regate o de la pared se podía ganar partidos. Su fútbol siempre había sido de esfuerzos académicos, coloniales o industriales... con velocidad y fuerza principalmente. El de lo Húngaros era un fútbol de amigos imaginativos que disfrutaban en crear jugadas desconcertantes, y aleatoriamente marcaban goles, muchos goles, muchísimos goles. Unos meses más tarde, en la revancha en Budapest, se confirmó que el fútbol inglés estaba equivocado: 7-1 para los Húngaros.
Wembley vio grandes jugadores, uno de los cuales Stanley Matthews, muy pequeño según los pobres criterios actuales, desbordaba por la derecha a defensas de 20 años... a sus 50 años en la Premier League... yes Sir. Sir Bobby Charlton llevó su país a su primer y único título mundial en 1966, en una final polémica, 4-2, contra Alemania. Este día se cambiaron los postes cuadrados por los redondos ante la protesta alemana y mundial por el gol fantasma inglés. Alemania entera dice aún "perdimos el mundial 1966 por 2-2". Desde entonces, con los postes redondos, los goles fantasmas sobreviven.
Fuente: Jean Pierre Bonenfant
1 comentario:
quita lo del click, gañan!
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