A los dieciséis años, como Zamora, Josep Samitier deubtó en primera división. En 1918, fichó por el club Barcelona a cambio de un reloj de esfera luminosa, que era cosa nunca vista, y un traje con chaleco.
Poco tiempo después, ya era el as del equipo y su biografía se vendía en los quioscos de la ciudad. Su nombre era cantado por las cupleteras de cabaret, invocado en las comediaas de moda y admirado en las crónicas deportivas, que elogiaban el estilo mediterráneo fundado por el fútbol de Zamora y Samitier.
Samiotier, delantero de remate fulminante, sobresalía por su astucia, su dominio de la pelota, su ningún respeto por las reglas de la lógica y su olímpico desprecio por las fronteras del espacio y del tiempo.
Poco tiempo después, ya era el as del equipo y su biografía se vendía en los quioscos de la ciudad. Su nombre era cantado por las cupleteras de cabaret, invocado en las comediaas de moda y admirado en las crónicas deportivas, que elogiaban el estilo mediterráneo fundado por el fútbol de Zamora y Samitier.
Samiotier, delantero de remate fulminante, sobresalía por su astucia, su dominio de la pelota, su ningún respeto por las reglas de la lógica y su olímpico desprecio por las fronteras del espacio y del tiempo.
Fuente: Eduardo Galeano
Documental sobre Josep Samitier
Documental sobre Josep Samitier
No hay comentarios:
Publicar un comentario